miércoles, 10 de febrero de 2010

Automática (13 minutos)


Esquivar los bultos del pensamiento que buscan lamentación, la evacuación de la angustia, la salvación por las palabras, por la corriente que vincula el manantial inmaterial del pensamiento con el orden sensible y explícito, el panel de signarios sobre la superficie del papel virtual. Primero vaciarse de las deudas internas con la expresión externa pero, al escribir,  hacerlo con la suprema y exquisita elegancia de una sinceridad suave sin rugosidad ni aspereza, con esa tierna sencillez con la que los cartílagos envuelven la superficie de las articulaciones.


La tentación de la lamentación es persistente y ello informa de la oculta persistencia del ego, de lo que quiere ser algo, de lo que quiere dejar de ser otra cosa,.. de aquella persistente enfermedad.

Parece  que no será mas que  la saturación y el escarmiento lo que al final tenga efecto y resultado.


Hoy al levantarme me propuse: "lleguemos hasta nuestros límites, ..... lleguemos hasta el final de la voluntad, la razón y el tesón sostenido hasta la convulsión si lo que anhelas no es mas que el descubrimiento, la revelación, la extensión del conocimiento, el sabor de la sabiduría,....


 y ahora digo sabiendo,... la única opción del descubrimiento se encuentra en el momento presente.


Me orienta la simpleza y la unidad, me encuentro en la complejidad de lo diferente: tengo un cuerpo y paralelamente pensamientos y sensaciones. Estoy en un entorno con otras entidades semejantes y al mismo tiempo tan dispares,....


Hay tanto material para trabajar, hay tantos recursos, hay tantas posibilidades,.... y sin embargo contemplo mi vida como una dilapidación sistemática de todas las posibilidades para al fin comprender que no existen opciones,... tan solo la aceptación definitiva, desesperada,... pero al final serena del presente,...

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